Sistemas de Explotación

Vienen determinados por la situación geográfica de la explotación y por la disponibilidad de recursos alimenticios.

La hierba es la base de la alimentación de los rebaños, bien sea consumida en pastoreo durante las épocas de primavera, verano y otoño, bien en forma de heno y ensilado en los meses de invierno.

Solamente se reserva el uso de concentrados para el cebo de terneros desde el destete hasta el sacrificio.

En territorios de la Cornisa Cantábrica se puede hablar de tres modalidades productivas diferentes: el sistema valle/puerto, el sistema de semiestabulación regular y el sistema de estabulación mínima.


Sistema Valle/Puerto

Sistema arraigado en áreas de montaña provistas de pastos de aprovechamiento comunal (puertos) que originan un sistema de manejo muy característico. Se trata por lo general de pequeñas explotaciones, con instalaciones de tipo tradicional y en las que el tamaño del rebaño es consecuencia de la superficie de pastos comunales que se puedan aprovechar.

El sistema se basa en el pastoreo estival de los puertos de montaña acompañado de un breve pastoreo primaveral y otoñal de los prados del valle, con prolongadas estabulaciones invernales donde los animales son alimentados exclusivamente a base de heno de hierba.

Los puertos consisten en amplias vaguadas de pastos alpinos de buena calidad que soportan cargas ganaderas relativamente bajas y en donde actualmente no existe ninguna limitación para su aprovechamiento.

La fecha de bajada de los puertos está condicionada por la climatología y por las ferias de otoño de cada lugar, siendo por lo general en los meses de septiembre y octubre. Una vez en el valle, los animales vuelven a pastar los prados hasta principios de diciembre en que comienza su estabulación invernal en los pueblos más altos, quedando estabulado todo el ganado a principios de enero. Los terneros lactantes permanecen en todo momento con sus madres hasta que son destetados en el otoño a la bajada de los puertos. Los partos tienen lugar básicamente a la salida del invierno y principios de primavera.



Semiestabulación Regular

Se trata de un sistema asentado en zonas de media montaña con alimentación basada exclusivamente en el aprovechamiento de los prados de la explotación y del monte del lugar.

Una vez concluida la estabulación invernal comienza a mediados de marzo el pastoreo de primavera, el cual se acompaña de estabulación nocturna de las vacas para amamantar los terneros y poder recibir una suplementación en pesebre a base de forraje y/o concentrados.

En el verano las vacas paridas suelen estabularse por el día para evitar problemas de insectos y salir al pasto al oscurecer, mientras que las vacas secas y novillas permanecen todo el día fuera.

En el otoño pastan los prados de la explotación de igual manera que en primavera, procediendo en el invierno a la estabulación permanente del rebaño.

Los terneros con destino al sacrificio no salen al pasto durante la lactancia, maman dos veces al día y se suplementan con forraje y concentrados hasta que son destetados y sacrificados. Dan lugar a canales de bajo peso muy demandadas por el mercado.

Los animales destinados a recría salen al pasto desde el primer momento, se destetan a edad fija y pasan a formar parte del rebaño reproductor.

En este sistema está muy extendido el uso de la inseminación artificial, motivo por el cual los partos tienen una distribución más uniforme a lo largo del año.


Estabulación Mínima

Caracterizado por una estabulación breve, bien en cuanto a su duración (invierno) o bien en cuanto al número de vacas estabuladas, existiendo ganaderías que nunca estabulan el rebaño.

Es un sistema relativamente reciente y está asentado en zonas de climatología y orografía benignas. La mayor disponibilidad de pastos de estas zonas permite la existencia de rebaños relativamente grandes, explotados en condiciones extensivas bajo pastoreo rotacional.

El sistema se basa en el pastoreo permanente a lo largo del año de praderas naturales o mejoradas, sin apenas estabulación de los animales. Durante el invierno los animales se suplementan con ensilado de hierba fundamentalmente.

Los terneros permanecen sueltos con sus madres hasta el momento de su destete, siendo sometidos posteriormente a un acabado en el cebadero de la explotación.

Aunque los partos siguen siendo mayoritariamente en primavera, en estas zonas existe una tendencia creciente a los partos de otoño.




 
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